jueves, 7 de marzo de 2013

MIGRAÑAS


Estoy sentado viendo la tele. No me gusta ver el telediario pero reconozco que me entretiene mucho, sobre todo sabiendo que al final está manipulado y que solo cuenta lo que le interesa. Pero aún así es un buen termómetro para saber por dónde anda la sociedad de descerebrada.

Estaba viendo las noticias como he dicho y ha habido una crónica que me ha llamado la atención. Trataba el tema de las migrañas. Venía a decir que un estudio que había elaborado se había descubierto una partícula que faltaba en no sé que parte del cuerpo cuando estaba equilibrada evitaba estos molestos dolores.

Como es natural, han sacado un fármaco para conseguir que los niveles de ese elemento se mantengan estables.

Hablando ha salido un señor explicando dicho estudio y que se creía anteriormente, que las migrañas eran producidas por el estrés y cosas de estas. También ha salido una señora hablando que se toma la pastilla y que aunque los dolores no han acabado si las crisis de migrañas.

Toda la noticia me ha llamado la atención. Como ha sido montada y difundida. Creo que ha estado muy bien montada para que un laboratorio gane mucha pasta. No se ha contrastado ese estudio con otros, pero esto es otro cantar.

Normalmente las migrañas suelen no suele ser una enfermedad directa. Es más bien consecuencia de otras tensiones en el cuerpo. Espalda, hombros, piernas, abdomen, etc. Son las partes del cuerpo que se tensan con las actividades que llamamos normales de nuestra vida.

Trabajo, casa, hijos, fiestas, vacaciones, etc. Hacen que nuestra forma de vivir lleve un ritmo frenético que hade que estemos tensos. Para colmo, cuando nos vamos de vacaciones buscamos actividades para disfrutarlas. Pero cada vez veo a más personas que en vez de descansar tienen más actividad. ¿Y cuando se descansa? ¿Cuándo nos permitimos un tiempo de tranquilidad para nosotros? ¿cuando estamos solos con nosotros mismos?

Lo raro no es que haya migrañas. Lo raro es que no todos vivamos crisis de migrañas.

Entonces sale un estudio que nos dice que con un fármaco tal se puede evitar o incluso eliminarlas. Y digo yo: ¿para eso hace falta un estudio? ¿Si tenemos una persona con migraña y hacemos que no se estrese, que viva relajada y sin preocuparse por los pagos mensuales, que haga lo que le apetezca dentro de un orden no es muy probable que las migrañas desaparezcan?

Lo que sucede es que eso no reporta dinero ni a los que hacen el estudio ni al laboratorio que lo ha promovido.

Pero lo peor de todo no es esto. Para mí: una migraña es una respuesta del cuerpo a una forma de ver, tomarnos o llevar una vida que no nos encanta y mucho menos que nos haga felices. Aún así queremos llevarla porque creemos que fuera de ella la felicidad no existe.

Este dichoso estudio nos está diciendo: tomate esto y sigue con tu vida de “perros”, no pares ni te plantees nada. Sigue como hasta ahora que interesas al sistema. Sigue siendo un borrego y dame a ganar más dinero.

Entonces nos lo tragamos y seguimos hasta que ya no podamos más o nuestro cuerpo somatice otra enfermedad más mortífera.

Nos están y nos estamos engañando creyendo que esta forma de vivir nos está haciendo ir hacia la felicidad. Cuantas más dolencias tengamos en el cuerpo más podemos descubrir cuanto nos estamos separando de nuestra felicidad que tanto ansiamos.

Los místicos de todos los tiempos nos lo dicen claramente: esta no es la forma de vivir una vida de felicidad. No es la forma de vivir una vida sana. Si tu cuerpo te está sacando tarjeta amarilla párate, revisa, evalúa, medita que la ha provocado, aprende y aplica lo aprendido ya que la roja es expulsión directa. Entonces diremos: “que corta es la vida” o “tanto padecer para esto”.

Ellos dicen que la alegría de vivir esta en el presente. Hagámosle caso y busquemos nuestro presente que se haya muy lejos.

lunes, 4 de marzo de 2013

UNA NECESIDAD


En el tiempo que nos ha tocado vivir, ser integro, sentirse integro es muy difícil de conseguir. Oigo a la gente decir que si pudiesen y tuviesen acceso a determinados puestos harían lo determinadas cosas fuera de la legalidad y la ética.

Pero esto no es lo malo según lo veo yo. Lo peor es que el resto de escuchantes lo ven normal. El hombre de hoy, en España está podrido. Aceptamos robar, esconder, manipular, chantajear, etc. Estos dirigentes políticos que se han erigido como dirigentes están podridos y han conseguido que a nosotros sólo nos preocupe cuando nos afecta directamente.

En la sociedad actual, el capitalismo existe de la mano de la corrupción. Del socialismo mejor ni hablar. Hoy en día las clases sociales están más marcadas debido a la diferencia entre ellas, y el reparto equitativo de las riquezas es una falacia que estos personajes nos quieren vender.

Este mundo está obsoleto. Se han provocado toda clase de revoluciones, cambios, sistemas y siempre han fallado. Nada ha dado al ser humano la tranquilidad y la paz que necesita para su existencia.

Contradicciones, mentiras, saqueos, engaños, tretas para tener más poder es lo que la clase política usa para que ese poder vaya hacia ellos.

Los modelos a seguir por nuestros jóvenes vienen establecidos por políticos embusteros y encubridores, famosillos del tres al cuarto salidos por la tele o famosos estudiados al detalle para sacar un producto que genere mucho dinero.

El trabajo horado, la forma de vida sencilla, la unión en la familia, el ayudar al prójimo está en desuso en nuestra sociedad. Sin embargo los gandules, estafadores, chantajistas y demás tuercebotas proliferan al amparo del poder que está en manos del dinero y mediocres que controlan ese dinero.

Vivimos en una sociedad en la cual todo tiene un precio y en pos del dinero tiramos por la borda lo mejor de nosotros mismos: el respeto, la dignidad, la entereza, etc.

Necesitamos un hombre nuevo, que se conozca y sepa que es lo más importante en la vida. Un hombre integro, nuevo. Renacido para que los poderes putrefactos no le puedan afectar y así crear un mundo nuevo.

Cuando digo un hombre, me estoy refiriendo a cada uno de nosotros. Hemos de renacer y redescubrir que es lo importante en nuestras vidas.

En dinero, la avaricia, el ansia de poder, sólo están al servicio de una imagen falsa, engañosa y ficticia que hace que hagamos daño a otras personas y nos volvamos manipulables.

Sólo el amor, el cariño, la honradez, la integridad, la sinceridad, la humildad son valores que nos pueden crear una vida serena y tranquila.

Por desgracia esto es lo que menos se fomenta en nuestra sociedad. Al contrario, están mal vistos.

John Lennon lo resumió muy bien en una frase: “nos escondemos para hacer el amor mientras la violencia se hace a plena luz del día”.

Este hombre nuevo tiene que romper con el pasado y que resurja de las cenizas. Que se plante y haga cara a esos poderes económicos, políticos y religiosos a fin de reducir su influencia.

Hada podemos cambiar si no lo hacemos cada uno de nosotros en nuestro interior. Y cambiar supone un gran esfuerzo interior y de aprendizaje a fin de evitar que caigamos en el mismo foso donde nos encontramos.

Es un deber moral y una necesidad social a fin de dejar un mundo más humano a nuestros hijos.

LA RESIGNACIÓN


Es curioso cómo se producen, derivan y se asientan formas de pensar y sentir que se quedan en nosotros fijadas y que apenas nos cuestionamos. Esta cascada hace que nos separemos de nosotros y nos encontremos muy lejos de esa emoción que tanto anhelamos como es la felicidad.

Cuando nos ponemos delante o nos enfrentamos a problemas, muchos de ellos tienen solución. Bueno opino que todos, aunque soy consciente que esta forma de ver la vida no es muy compartida. Cuando se nos presenta un problema hay dos soluciones. Una que lo solventemos, cosa que nos hace crecer y volvernos más capaces, fuertes y nos prepara para poder enfrentarnos a otros que vendrán más adelante. Es como un entrenamiento para los venideros.

O por el contrario no podemos resolverlos en principio. A partir de aquí se abre dos vías. Una en la cual podemos pedir ayuda permitiendo a los demás desarrollar su generosidad ayudándonos y dándoles la oportunidad de ser felices prestándonosla. Y nosotros asumir con humildad nuestra impotencia y doblegar a nuestro ego que cree ser todopoderoso y nos mantiene en un mundo de fantasía e ilusión. Pidiendo ayuda a los demás nos volvemos más nosotros mismos y más cercanos a los demás.

O bien no pedir ayuda. Como el problema nos puede y no pedimos ayuda nos volvemos impotentes. Esta emoción no nos gusta demasiado, no encaja en nuestra forma de pensar occidental, así que la cambiamos por resignación. Esta última es muy peligrosa ya que va aparejada con la sumisión. Cuando nos volvemos sumisos e inconscientes es cuando nuestra desgracia aumenta.

Es cierto que hay muchos problemas que somos incapaces de solucionar por nosotros solos. Pero llegar a la sumisión creo que es de todos los males el peor.

Ser sumiso hace que aguantemos, que perdamos la dignidad, que eliminemos nuestra capacidad de decidir. Es estar a la merced del problema o de las personas que nos han creado esa impotencia.

Creo que no es malo del todo que toda esta cascada de emociones se produzca. Para mí lo realmente dañino es no ser consciente del proceso que se produce en nuestro interior.

No vernos todo ello es lo que nos sume en la más absoluta obscuridad y nos vuelve seres inconscientes, ignorantes de lo que nos está sucediendo y faltos de la sensibilidad necesaria para ver la belleza de la vida y ser felices.

Todos los grandes santos de la historia: Buda, Lao Tse, Zaratustra, Jesús, Osho, etc. Nos han dicho que la vida es polar. Es decir, si estamos en el polo negativo, por algún sitio, muy cerca de nosotros está el polo positivo. Lo alto se apoya en lo bajo, la alegría se apoya en la tristeza, y así sucesivamente. Pues lo mismo sucede con la sumisión. Si somos conscientes de que estamos en un estado de sumisión no muy lejos andará la no sumisión.

Estar en la no sumisión no significa que luches, pelees. Significa el vacio y ahí solo hay aceptación. A partir de aquí algo cambia, no es que dejes de ser sumiso frente al problema, pero sí que seas capas de adquirir otras perspectivas que hacen que el problema se afronte desde otro ángulo. Fuera de ti nada cambia, pero dentro de uno mismo todo es diferente. Y ser diferente por dentro es ver la vida en más variedades, en nuevas formas que se añaden a las antiguas haciéndonos más ricos, más sabios. No es que el problema se resuelva sólo, es que en nuestro interior este ha acabado ya que adquirimos la capacidad de elegir. Entonces aquí se presenta lo que dios nos dio, el libre albedrio.

Dejamos de estar fijados, condicionados y nos volvemos libres y abiertos.

Como he dicho antes, ser sumiso no es el problema. Todos lo somos en algún momento de nuestra vida. Incluso es bueno sentir la sensación. Habiéndola experimentado nos volvemos más ricos y comprendemos mejor a los demás. El gran problema es cuando no somos conscientes de ello. Ese es el gran reto.

Despertar a estas emociones que detestamos porque nos han enseñado, falsamente, que son malas, es lo que nos hace libres y sabios.

Despertar es lo que nos hace ser amorosos con nosotros mismos y por ende con los demás. Despertar es lo que nos hace acercarnos a la realidad, a nuestra realidad, y con ella a la felicidad y al equilibrio.