viernes, 12 de abril de 2013

SOMOS UNO


Una pareja son dos en uno. Si a uno se le insulta, ambos están siendo insultados. Si a uno no se le respeta, ambos están siendo no respetados. Si a uno se le hace daño, ambos están siendo dañados.

Durante mi existencia nunca me había parado a ver la profundidad que tienen estas palabras. Las leo y releo y me hace sentir dignidad, fuerza, unión y también miedo.

Las leo y las releo y me son muy parecidas a las que pronunció Jesús, Buda, Lao Tse y tantos y tantos maestros. Esto me hace pensar que todos somos uno. Cada cual con su vida, con su existencia pero siendo uno solo.

Las leo y las releo y siento tristeza por tener que dejar de lado al amigo que hizo que yo tomase consciencia de ellas. El ver que he de cerrar el libro de nuestra relación. A la vez siento que esto no puede ser de otra forma.

También me hace ver que si a uno de la pareja se le besa, ambos están siendo besados. Si a uno se le abraza, ambos están siendo abrazados. Si a uno se le acaricia, ambos están siendo acariciados.

Leer y releer esto me hace sentir alegre, feliz.

Para mi es curioso como estando en un extremo u otro nos hace sentir estas palabras de una forma u otra. Los extremos están y es necesario verlos y sentirlos. Y gracias a ellos podemos sentir lo que esta y no se ve, el medio. Si hay extremos a la fuerza ha de haber un medio. Buda hablo de este medio y lo llamó equilibrio.

Para ver este equilibrio se ha de estar, conocer y sentir los extremos para darnos cuenta de donde y que nos aporta el lugar en el que nos encontramos.

Hablar del amor es fácil. Saber a lo que se está refiriendo uno cuando habla del amor es difícil.

Hoy en día se huye de lo malo, duda, doloroso a nivel emocional. Sólo queremos estar bien. Lo que no sabemos es que estar mal es también estar bien, y que estar bien es también estar mal. Si buscas la felicidad has de meterte en el dolor. Si buscas la alegría has de meterte en la tristeza. Sólo así se puede alcanzar el equilibrio donde se encuentra el amor.

Jesús dijo que nos amasemos los unos a los otros como él nos amó. Lo que no dijo es que para conseguir eso se ha de llegar al equilibro emocional ya que sólo allí florece el amor, la compresión y la sabiduría verdaderas.